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San Timoteo |
Hace poco habíamos comenzado esta serie de artículos(la segunda parte está aquí). Timoteo era un discípulo de san Pablo, al que el apóstol le escribió dos cartas que se encuentran en la Biblia, y de las cuales podemos sacar verdaderas pistas acerca de cómo puede ser nuestra relación con Dios. Porque Timoteo tenía algo en común con nosotros: era un joven.
Ejemplo para el mundo
Hoy en día, parece que el mundo ha decidido olvidarse de Dios. Vemos cómo se le relativiza, se le minimiza, se le resta importancia. Para muchas personas, Dios es solo un recuerdo de dos o tres veces al año. Las personas creen que están mejor sin Él, que pueden construir sus vidas solas. Pero nada puede realizarse plenamente sin la acción de Dios.
Una vez que nosotros le conozcamos, y nos conozcamos a nosotros mismos, sin lugar a dudas llegaremos a un verdadero enamoramiento con Él. Y a pesar de que existan conflictos, como en toda relación humana, de nosotros dependerá si seguimos adelante en ello o no. Y una vez que le amemos hasta la locura, comenzaremos a hacer eso: locuras, ante los ojos del mundo, que las tratará de ahogar, y colocarlas en la línea de la "normalidad".